jueves, 2 de diciembre de 2010

CAPÍTULO 17

<< -Estoy tratando de razonar. Esta pasión es perjudicial para mí, ya que no te das cuenta de que eres tú la causa de su exceso. Si algún ser sintiese alguna benevolencia hacia mí, yo le devolvería cien, y aun esas cien centuplicadas; ¡pues por esa criatura haría yo las paces con toda la humanidad! Pero hablo de sueños de dicha que no se pueden realizar. Lo que pido de ti es razonable y modesto; te exijo una criatura de otro sexo, pero horrenda como yo; la compensación es pequeña, pero es cuanto puedo recibir, y con eso me conformo. Es cierto que seremos monstruos y viviremos lejos del resto del mundo; pero por esa razón nos sentiremos más unidos el uno al otro. Nuestras vidas no serán felices, pero serán inofensivas, y estarán libes de esta desdicha que ahora me consume. ¡Oh, creador mío, hazme dichosos! ¡Deja que te guarde gratitud por este único beneficio! Deja que vea nacer mi simpatía por algún ser existente; ¡no rechaces esta petición! >>

SHELLEY, Mary Frankenstein

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