lunes, 14 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
Sopra Demais o Vento
Sopra demais o vento
Para eu poder descansar ...
Há no meu pensamento
Qualquer coisa que vai parar
Talvez esta coisa da alma
Que acha real a vida
Talvez esta coisa calma
Que me faz a alma vivida ...
Sopra um vento excessivo...
Tenho medo de pensar ...
O meu mistério eu avivo
Se me perco a meditar
Vento que passa e esquece
Poeira que se ergue e cai ...
Ai de mim se eu pudesse
Saber o que em mim vai! ...
Para eu poder descansar ...
Há no meu pensamento
Qualquer coisa que vai parar
Talvez esta coisa da alma
Que acha real a vida
Talvez esta coisa calma
Que me faz a alma vivida ...
Sopra um vento excessivo...
Tenho medo de pensar ...
O meu mistério eu avivo
Se me perco a meditar
Vento que passa e esquece
Poeira que se ergue e cai ...
Ai de mim se eu pudesse
Saber o que em mim vai! ...
Camané
Composición: Fernando Pessoa
Etiquetas:
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Sopra Demais o Vento
sábado, 5 de febrero de 2011
El párrafo más bello de la literatura española actual
<<Segundos más tarde, cabalgando sobre la corriente y con la mano invisible del viento a sus espaldas, el Kyaneos se deslizó como una flecha sobre la cresta del arrecife.
Ismael sintió cómo Irene aferraba su mano.
El velero atronaba como si apenas tocase el agua.
Una estela de espuma blanca dibujaba guirnaldas a su paso.
Irene miró a Ismael y advirtió que él la contemplaba a su vez.
Por un instante, sus ojos se perdieron en los de ella e Irene sintió que el muchacho le apretaba suavemente la mano.
El mundo nunca había estado tan lejos.>>
Las Luces de Septiembre
Carlos Ruíz Zafón
Breves relatos nocturnos: ojos verdes
<<... el frío de la madrugada hizo que me despertara de mi nueva lucha contra el tercer axioma cartesiano del Cogito ergo sum: diferenciar el sueño de la vigila. Una vez habría jurado por lo más sagrado que lo que estaba ocurriendo era verdad, o por lo menos así lo deseaba, pero no, era imposible... tan sólo era un sueño. Sin embargo, es curioso que estos sueños, cuasi táctiles, hagan que se desestructure una vez más toda mi catedral mental como si fuese un castillo de naipes.
Os estaréis preguntando sobre qué versaba el sueño en cuestión, pues bien, nada más sencillo, más veraz y más simple que un viaje en autobús (tengo un amigo que la última vez que soñé con un autobús me dijo que eso significaba planes de futuro, el caso es que acertó porque en aquel sueño con quien compartía viaje era con el que un día más tarde y a través de ese mismo compañero me ofrecía trabajo); volviendo al sueño de anoche, se trataba de un viaje en autobús, era ya de noche y creo que yo era algo así como la encargada de un excursión no recuerdo exactamente de qué, pero bastante animada, eso sí lo tengo claro. Después de un rutinario paseo por el pasillo central para ver cómo estaban los viajeros, me coloqué en el asiento que está justo detrás del conductor y miré al espejo retrovisor... fue entonces cuando pude ver unos maravillosos ojos verdes, los del chofer, y empezó una conversación... no recuerdo nada de ella, sólo un rostro amable y joven, unas gafas de marco plateado, un flequillo revuelto, una sonrisa impecable y esos increíbles ojos.
Parada de diez minutos para descansar... y de nuevo una amable conversación en un autobús ya vacío en donde entraba a través de las puertas abiertas el fresco nocturno que permitía oxigenar el cargado ambiente. Un recuerdo más, un leve roce de dos manos, ni siquiera eso, sólo el tacto de las suaves yemas de sus dedos en mi mano...
Y todo se desvanecía con el frío de la madrugada veraniega.
¿Para qué sueños tan reales si luego el único resultado que obtienes es convertirte en un personaje becqueriano, mustio y sin color que suspira por alguien que no es real, que nunca ha existido y que nunca existirá?
Tan sólo queda esperar a la próxima noche y comprar un billete para hacer un nuevo viaje en ese autobús>>
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